Desde el Sindicato de Estudiantes Independiente queremos informar a los alumnos sobre los cambios en la selectividad, especialmente sobre la incorporación de la selectividad voluntaria:
-Desde el año pasado (2010) la selectividad tiene dos fases: una general, la que veníamos haciendo hasta ahora, y otra voluntaria. La prueba general no ha sufrido ningún cambio. Se puntúa de 0 a 10 y se evalúan las asignaturas obligatorias que se hayan realizado en el bachillerato.
-La prueba voluntaria específica es la que supone una novedad. Se puede acceder a ella sólo si se ha aprobado la fase anterior, la general obligatoria. Esta prueba voluntaria sirve para subir nota, hasta 4 puntos, de manera que ahora la nota máxima que puede sacarse es de 14.
-En la prueba voluntaria nos podemos examinar de hasta cuatro asignaturas optativas (podemos examinarnos de una asignatura sólo si queremos o de cuatro como mucho). Cada una de estas asignaturas vale 1 punto.
-La universidad a la que queramos acceder puede considerar alguna asignatura como prioritaria. En ese caso, la asignatura contará el doble. Por ejemplo, si queremos acceder al grado de traducción e interpretación, la universidad puede considerar como prioritaria la asignatura de francés. Ésta contaría el doble, es decir, dos puntos.
-En cualquier caso, sólo contarán las dos notas más altas que hayamos tenido. Por tano, si por ejemplo hemos sacado en una asignatura un 0,9, en otra un 0,5, en otra un 0,4, y en otra en 0,3, sólo nos contarán las dos primeras, la del 0,9 y la del 0,5. Así, a nuestra nota de la selectividad básica obligatoria se le sumaria un 1,4 en total.
-Esta selectividad voluntaria también afecta a los alumnos de FP. Hasta ahora estos alumnos accedían a la universidad desde el ciclo por un numerus clausus; es decir, había un número fijo de alumnos que iban a la universidad desde un ciclo determinado a un grado determinado. Ahora ya no es así; serán admitidos o no en la carrera dependiendo de la nota media que el estudiante haya obtenido en el ciclo, en concurrencia con los estudiantes de bachillerato. Para mejorar su nota media también podrá hacer la selectividad voluntaria. Así, ahora si un alumno con un 6,4 de nota media en el ciclo quiere acceder a una carrera con una nota de corte de 7,1 puede hacer la selectividad voluntaria para subir nota. Antes podía acceder directamente mediante ese numerus clausus.
PROBLEMAS DERIVADOS DE ESTA SELECTIVIDAD VOLUNTARIA
Desde nuestro punto de vista, esta nueva selectividad dificulta el acceso a la universidad para los alumnos, poniendo cada vez más trabas:
-Los alumnos de FP ahora lo tienen mucho más difícil. El hecho de que la llamen selectividad voluntaria no significa que no sea necesaria en muchos casos. Los estudiantes de formación profesional tendrán que enfrentarse a exámenes de asignaturas que no han visto desde hace dos años en el mejor de los casos. Incluso puede ocurrir que el alumno tenga que examinarse de asignaturas que la universidad considera prioritarias y que éste no haya visto nunca.
-En un principio parece lógico que la universidad elija las asignaturas que considera prioritarias y que éstas tengan más importancia. Siguiendo el ejemplo del grado de traducción e interpretación, es normal que se valore el hecho de que el alumno conozca el francés. En este caso el mayor problema sería que no hubiéramos visto antes la asignatura porque no nos habíamos planteado esta carrera como nuestro futuro. Ahora bien, ¿qué pasa si la universidad considera como prioritaria la asignatura de alemán? Ésta es una optativa del bachillerato que podría considerarse como prioritaria, pero, ¿cuántos institutos de la región ofrecen alemán? No todos, ni mucho menos, pero si algunos. De esta manera algunos alumnos irían con una gran ventaja sobre otros dependiendo del instituto al que hubieran ido. Los alumnos que no hubieran podido estudiar alemán tendrían que prepararse esta asignatura por su cuenta. Esto provocaría que en muchos casos nos tuviéramos que gastar dinero en clases particulares. Por tanto, nos encontramos también con desigualdades a causa de la condición económica de los alumnos, pues está claro que aquellas familias con más dinero habrán podido gastarse más en institutos privados o en academias y profesores particulares. Y si no les sale bien selectividad, pueden irse a la universidad privada a pagar una carísima matrícula (en el CEU 6000 por año, por ejemplo) a la que un estudiante de una familia trabajadora sólo puede ver desde lejos.
-Entre unas cosas y otras, cada vez hay más pasos para acceder a la universidad pública: nos tenemos que esforzar más haciendo más pruebas, han subido las tasas de las matrículas y se reduce el presupuesto en enseñanza. En el discurso nos dicen que la educación es el futuro y que uno de los problemas que tiene la sociedad española es la escasa formación de los jóvenes. En la práctica, la educación pública se deteriora y el acceso a la universidad se dificulta.
PROPUESTAS
Ante esta situación, el Sindicato de Estudiantes Independiente exige:
-Una solución para los alumnos de FP. Tal y como está planteado los alumnos de FP están en una situación de desigualdad de posibilidades. Si las plazas son insuficientes para el número de alumnos no podemos quitárselas a los estudiantes de FP. Por tanto, pedimos que haya más plazas para las titulaciones más solicitadas.
-Que la universidad no pueda establecer como prioritarias las asignaturas que no se oferten en todos los institutos. Como hemos dicho, aunque sea una prueba en teoría voluntaria en la práctica es obligatoria para acceder a las carreras con una nota de corte alta. Por tanto, no se nos pueden exigir conocimientos que no hayamos podido obtener previamente mediante un medio público y gratuito. También exigimos que haya una mayor oferta de optativas en los IES y que se pongan medios para recibir la formación necesaria para las asignaturas optativas (talleres, clases extraescolares, etc.)
POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA DE CALIDAD
POR EL ACCESO GRATUITO Y PARA TODOS A LA UNIVERSIDAD
Únete en la lucha con el Sindicato de Estudiantes Independiente
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